Por contradictorio que parezca, el flotador y los manguitos pueden convertirse en uno de los mayores enemigos de los niños a la hora de darse un chapuzón en el mar o la piscina. Así lo advierten los responsables del departamento de salvamento de la Cruz Roja, desde donde estos días han lanzado un aviso para los papás y mamás que planeen llevarse a los 'peques' a la playa o la 'pisci', y en el que describen el peligro potencial de estos artículos.
En concreto, señalan, el flotador a la cintura sería uno de los grandes mitos de seguridad en el agua de los más pequeñines, especialmente para los que aún no se defienden del todo bien. De hecho, el uso de los flotadores y manguitos es poco más que un placebo en materia de seguridad para los padres, convirtiéndose a veces en la propia causa de ahogamiento del niño.
El problema: si el pequeño voltea en el agua, el flotador impide que pueda darse la vuelta solo, ya que se coloca por debajo del punto de gravedad de los niños. Para quedarnos tranquilos, lo mejor es apostar por los chalecos en lugar de los clásicos flotadores redondos o los manguitos, relegando este tipo de artículos de playa como meros juguetes, en lugar de como medida preventiva de un posible accidente. Lo más importante: mantenerse siempre alerta de la actividad de los pequeños en el agua, para tener tiempo de reacción suficiente en caso de que se produzca algún problema.
Las estadísticas refuerzan la opinión de los expertos en este sentido: sólo en este mes de julio se habrían producido 32 ahogamientos en España, diez de ellos entre menores de edad, con nueve de cada diez muertes teniendo lugar en una piscina.